Fatoumata Diawara

Hay algo de intemporal en la idea de una señorita que canta con su guitarra. Si Joan Baez y Joni Mitchell han creado este arquetipo, generaciones de artistas, desde Tracy Chapman a Laura Marling, lo han mantenido. Fatoumata Diawara no sólo mantiene esta fuerte imagen de mujer independiente, sino que la transpone a una nueva época, en otra cultura, dando así una perspectiva fuertemente africana al concepto de cantautora. Con el encanto de su talento, un sonido muy suyo y un ramo de canciones bellas, Fatoumata Diawara publicó su primer álbum, Fatou, con el sello World Circuit en 2011.

Alta, maravillosamente elegante, con una sonrisa esplendorosa, mezcla jazz y funk con un folk minimista. Con una sensibilidad pop instintiva, reinventa los ritmos rápidos y las melodías blues de su tradición ancestral wassoulou. Al centro de su música, su voz acogedora y conmovedora, su guitarra rítmica y sus canciones maravillosamente melódicas cuentan con fuerza una vida bien llena, que, a la vez, ha sido difícil a menudo. Damon Albarn, Toumani Diabaté, Herbie Hancock y John Paul Jones son algunos de los músicos más conocidos que están bajo el encanto musical de Fatou, su presencia habiendo iluminado los espectáculos Africa Express, AfroCubism y el proyecto Imagine de Herbie Hancock.

Nacida en Costa de Marfil, crecida en Mali y viviendo hoy en día en Mali, conocida simplemente como Fatou ya ha saboreado (con sus dulces y amargos), en un poco más de 30 años, toda la gama de experiencias africanas del “ahora”; tuvo que pelear para lograr sus ambiciones artísticas, ha vivido los prejuicios culturales que sufren la mujeres. Y encontró el éxito como actriz antes de realizar que su destino estaba en la música...

Canto lánguido, picking hipnótico inspirado de la harpa wassalou y balanceado por un piano Rhodes en sordina : Kanou en apertura, da el diapasón del álbum. Bissa resalta con un groove funk discreto y una visión desencantada sobre el derecho que tiene una mujer de escoger su esposo, mientras Boloco transciende con un canto lleno de amor el tema de la escisión, con toques de guitarra y de luth ngoni interpretadospor los músicos Guimba Kouyate et Moh Kouyate. Sowa, muy pegajoso y dinámico, sobre un tapete de percusión, cuenta la practica africana de hacer criar sus hijos por otros. Su mensaje es fuerte y directo : ¡Antes de mandar sus niños al sufrimiento, mírenlos en los ojos!

Escuchando este primer álbum cuyas canciones fueron todas escritas por Fatou : tanto en las letras como en los arreglos, donde además se encarga de los coros y las percusiones, se siente un calor natural, una confianza y una gran espontaneidad: es la esencia misma de Fatou.