Descubierto en 2006 gracias a Jupiter’s Dance, documental dedicado a la nueva escena musical de Kinshasa de la cual sigue siendo una de las figuras emblemáticas sino heroicas, Jupiter Bonkodji, líder de Jupiter & Okwess, volvió a la escena con el EP Troposphère 13 en 2016, seguido muy pronto por el álbum Kin Sonic en 2017. Ha sido destacado por su show excepcional en grandes eventos como el WOMEX (Showcase oficial 2016), GlobalFEST (15 años, 2018), el Roskilde Festival o el Paleo Festival y su música recibió muy buenas críticas en publicaciones reconocidas como The New York Times, The Guardian o El Mundo.
Jean-Pierre Bokondji (« Jupiter » es un apodo que desde entonces se volvió el nombre oficial) nació en Kinshasa el 16 de Diciembre 1963, tres años después de la independencia del Congo. Pasa la mayor parte de su infancia y de su adolecencia entre Dar es Salam en Tanzania y Berlin Este, donde su padre trabaja en la embajada. Pero en 1979, a sus 17 años, sale de Alemania del Este, vuelve a Kishasa y bascula en otra dimensión. La antitesis absoluta de lo que había conocido hasta el momento.
Cuando crecío en Alemania, se la pasaba escuchando lo mejor de la soul americana : James Brown, los Jackson 5, los Temptations o Kool and The Gang. En el Congo, descubre la rumba, genero ultra dominante, pero también una multidud de ritmos y estilos musicales que mantienen en la sombra de la rumba y que le acuerdan al Funk, a la Soul y al Rock. Decide entonces de construir su propió de expresión. Es el encuentro entre las musicas tradicionales y occidentales que genera la chispa : Jupiter (antes de Okwess) se pone a escribir sus primeras canciones con textos donde interroga la historia de su país y las motivaciones de los que lo dirigen, mientras el Congo esta balanceado entre tiranía y anarquía. Tiene 18 años y escoge el camino del arte para su futuro, en plena contradicción con su padre, quien se opone a todo lo que puede alejar Jupiter de sus estudios. Cuando su padre decide devolverlo a Europa, Jupiter sale de su casa y vive en la calle, durmiendo en casas desocupadas, saca un poco de plata de su trabajo de tamborero en funerales. Su primer grado de rebelde, lo optiene en estas cirscunstancias. Así como su apodo de Jupiter, que nunca va a perder.
Es en esta epoca, al comienzo de los ochentas, que entra en la banda Famous Black, que luego se volverá Bongo Folk antés de coger su nombre final : Okwess. Desde entonces, Okwess ha cambiado varias veces de equipaje pero su capitan siguio siendo el mismo : el mismo Jupiter.
En 2006, un documental realizado por Florent de La Tullaye y Renaud Barret, nombrado Jupiter’s Dance, revela al mundo entero este personaje fuera de lo común, garza inmensa en vestido de general, especie de Don Quijote del ghetto, quien, en un entorno medio roto seguía, terco, a pesar de todo, manteniendo su banda activa, a punta de tenacidad y recursividad.
En 2013, el lanzamiento de su primer album internacional : Hôtel Univers le trae cierta legitimidad fuera de su país y le dq la suerte de dar varias veces la vuelta al mundo.
En 2017, Jupiter & Okwess lanzan Kin Sonic, su nuevo álbum, que sigue de poco el lanzamiento de Troposphère 13, EP epico que hace referencia al fracaso del programa espacial congolés, imaginando afronautas saliendo para el espacio. La caratula del disco ha sido diseñada por Robert del Naja (3D, de Massive Attack) y cada canción de Kin Sonic tiene su historia de vida, sus reflecciones y su singularidad… Pero también su universalidad propia, universalidad a la cual el violin de Warren Ellis (Nick Cave and The Bad Seeds) y el teclado de Damon Albarn (Blur, Gorillaz…) participan indudablemente.
Este último álbum, producido por Marc-Antoine Moreau (incansable aventurero de las músicas africanas, quien descubrió y produjo Amadou y Mariam y Songhoy Blues, entre otros, y dejó el mundo de la música en un duelo inmenso a finales de 2017) y François Gouverneur, se expresa a través de la exploración de un patrimonio musical congoleño totalmente ocultado y se integra en un paisaje contempoáneo donde las paredes y las fronteras explotan frente al deseo de los hombres de compartir un instante de belleza y pura locura entrelazados.
Alrededor de Jupiter están reunidos los fieles Montana (del Staff Benda Bilili) a la batería, Yendé al bajo, los guitaristas Eric y Richard así como el corista Blaise.